Madagascar, otra concepción de la sociedad y el deporte (y V)
En esta foto podemos ver a algunos Jugadores de la Selección de Madagascar

Madagascar, otra concepción de la sociedad y el deporte (y V)

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La organización no nos permitió utilizar ninguna de sus instalaciones, estando algunas vacías y a disposición, a pesar de que el Presidente del Comité organizador me afirmó el día siguiente a la llegada, personalmente, que tendríamos todas las facilidades para seguir preparándonos a la conclusión de la competición. Acabamos entrenando en una cancha descubierta en bastantes malas condiciones, con un sol de justicia y temperaturas cercanas a los 40 grados. El americano, que no toleraba tanta claridad, con gafas de sol. Como protesta, el equipo no desfiló en la ceremonia de clausura. Desgraciadamente, en aquellos días de desmotivación, descubrí que algunos jugadores se escapaban por la noche hasta altas horas, aprovechando que otras participantes habían acabado y, en algunos casos, tenían cosas que celebrar.

En esta foto podemos ver un Salto entre 2 de uno de los Partidos de la Selección de Madagascar suyo Seleccionador es Ángel Manzano

Salto entre 2

Todo lo anterior condicionó nuestro rendimiento durante el Afrobasket. Además, para colmo de males, el lunes de vuelta, nuestro avión chárter llegó con 4 horas y media de retraso a recogernos a Seychelles, lo cual impidió que jugásemos el partido amistoso que teníamos programado aquel mismo día contra Ruanda y que no hubiese cancha disponible, ya que estaban siendo utilizadas por los demás equipos participantes, para ejercitarnos aquel mismo día. El primer día jugamos regular, el siguiente mejor, el siguiente mucho mejor, … y así hasta el último, que fue el único que ganamos. Nuestra preparación de verdad fue el Afrobasket mismo. La pena es que a los dos primeros rivales, Mozambique y Mali, les podríamos haber ganado de haber llegado algo rodados y haber podido finalizar entre los diez primeros. Por suerte, todo el mundo valoró nuestra capacidad competitiva contra equipos más grandes, más musculados y tremendamente más experimentados que nosotros. Sin olvidar que, nuestro único base un poco decente, que lo había hecho muy bien y en progreso constante durante la preparación, se diluyó como un azucarillo cuando le llegó el momento de afrontar la alta competición.

Un día, entrenando en el Palacio de los Deportes donde se ha disputado el Afrobasket, antes de partir a Seychelles, de repente, pasaron varias personas por medio de la cancha, una de ellas con traje y corbata. Me faltó tiempo para recriminarles su acción, a lo que el entrajetado empezó a hablarme en inglés, cabreado, aunque allí es el malgache o el francés lo que manda, diciendo que lo volvería a hacer siempre que pasase por ahí. Mi respuesta fue que, si lo volvía a hacer y yo estaba allí le lanzaría un balonazo a la cabeza. Es verdad que nos encontrábamos todavía en los estiramientos, pero los jugadores me apoyaron al unísono reivindicando mayor respeto. Posteriormente, me dijeron que se trataba del Presidente del Comité Olímpico y de la Federación de Judo, así como rival por la presidencia del Comité contra nuestro Presidente. Aunque no siempre con toda la celeridad, pero nos apoyó en Seychelles. Nunca volvimos a hablar de aquel incidente entre él y yo.

Para terminar, una de esas anécdotas increíbles. La liga de fútbol de Madagascar se juega en dos fases, la primera es regional, los campeones disputan la nacional, en varias fases eliminatorias. Lo curioso es que los equipos deciden dónde competir, de modo que muchos de la capital, al existir en ella mayor competencia, se van a otras provincias, entre ellos, curiosamente, el CNPAS, equipo oficial de la Seguridad Social, hecho a base de talonario y eterno campeón. Es como imaginar que el Madrid junior se va a competir a Guadalajara para asegurar su clasificación. Hay una región cercana, llamada Bongolava, donde la rivalidad es histórica entre el equipo de la capital de región, Tsiroanomandidy, y otro equipo que viene de Antananarivo. Resulta que Tsiroanomandidy fichó un año a un jugador de campanillas que venía de la costa. El archirrival, descubrió, tras perder contra ellos, que no habían pagado a la Federación central los derechos de traspaso, es decir, alineación indebida y partido perdido por tres cero. Además, curiosamente, ¡el jugador sancionado por un año y a pagar 100.000 ariarys!, o sea, 37 €uros, que es un dineral para ellos. La decisión de sanción llegó cuando el equipo de Tsiroanomandidy se encontraba ya en Tamatave, como primero de grupo, para disputar la fase interzonal. La sanción fue impuesta por la Federación nacional. Pues bien, ¿qué hizo la Federación de Bongolava para mantener a “su” equipo allí? Falsificaron un acta de un partido que Tsiroanomandidy empató y pusieron que habían ganado, además de untar al rival para evitar que pudiesen testificar lo contrario, de modo que empataban a puntos con el archirrival. Y para decidir, ante la igualdad de puntos en la clasificación, estimaron que la victoria en la primera vuelta por 2-1 pesa más que el 3-0 de despachos, por lo que Tsiroanomandidy quedaba clasificado oficialmente.

 

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