Madagascar, otra concepción de la sociedad y el deporte (y V)
(…) La organización no nos permitió utilizar ninguna de sus instalaciones, estando algunas vacías y a disposición, a pesar de que el Presidente del Comité organizador me afirmó el día siguiente a la llegada, personalmente, que tendríamos todas las facilidades para seguir preparándonos a la conclusión de la competición. Acabamos entrenando en una cancha descubierta en bastantes malas condiciones, con un sol de justicia y temperaturas cercanas a los 40 grados. El americano, que no toleraba tanta claridad, con gafas de sol. Como protesta, el equipo no desfiló en la ceremonia de clausura. Desgraciadamente, en aquellos días de desmotivación, descubrí que algunos jugadores se escapaban por la noche hasta altas horas, aprovechando que otras participantes habían acabado y, en algunos casos, tenían cosas que celebrar. Todo lo anterior condicionó nuestro rendimiento durante el Afrobasket. Además, para colmo de males, el lunes de vuelta, nuestro avión chárter llegó con 4 horas