En el nombre del padre

El pasado viernes 16 de Enero se dio por concluida la operación a tres bandas, iniciada ya hace unos días, por la que los Angeles Clippers enviaron a Reggie Bullock a los Suns y a Chris Douglas Roberts junto con una segunda ronda del draft de 2017 a Boston, que a su vez recibieron a Shavlik Randolph de los Phoenix Suns. La operación ha quedado cerrada con el último movimiento que ha significado la marcha de Austin Rivers, que había llegado a Boston Celtics desde los Pelicans, a los Angeles Clippers donde estará a las órdenes de su padre el técnico Doc Rivers. En esta misma operación Jeff Green llega a los Memphis Grizzlies de Marc Gasol.

La llegada de Austin Rivers, base-escolta de 22 años y 1,93 y número 10 del Draft 2012, supone el primer caso de un hijo que juega a las órdenes de su padre en la NBA. Una situación similar en la que se vieron involucrados un hijo y su progenitor se produjo en la temporada 2009-2010 en la que George Karl siendo técnico de los Denver Nuggets coincidió con su vástago Coby Karl, (ex jugador del Joventut de Badalona y Granada en la ACB), pero al que no tuvo ocasión de dirigir puesto que éste pasó a engrosar la lista de jugadores inactivos y su padre se retiró de forma temporal para tratarse del cáncer de garganta por el que se vio afectado.

En la ACB también existen antecedentes y en dos ocasiones un entrenador tuvo a sus órdenes en la cancha a uno de sus hijos. Uno de esos antecedentes es el de Clifford Luyk que en la temporada 1997/1998 ocupó el banquillo del Real Madrid mientras que esa misma temporada su hijo que jugaba de alero, el malogrado Sergio Luyk, formó parte de aquel equipo en el que también estaban otros jugadores de la talla de Eric Struelens, Tanoka Beard o Alberto Herreros. El otro caso es el de Wayne Brabender que durante su periplo pucelano de 1994 a 1997 coincidió con su hijo, el base David Brabender, durante dos temporadas, la 1995-1996 y la 1996-1997.

Han existido otros casos en los que también ha habido relación entre padre e hijo en el mundo de la canasta aunque no en el formato “Padre entrenador”-“Hijo jugador”, que veíamos anteriormente, sino bajo el formato de padre jugador e hijo también jugador, que formando parte cada uno de ellos de dos equipos distintos, llegaron a enfrentarse entre sí dando como resultado un auténtico “choque de generaciones”. Esa tesitura se produjo en el año 1990 cuando el gran jugador italiano Dino Meneghin con 40 años, compartió la cancha con su hijo Andrea (16 años), aunque no con la misma camiseta, en un choque de la Lega A de Italia. Durante algunos minutos Dino y Andrea se enfrentaron en el parqué, el primero con la elástica del Trieste y su “retoño” con la del Varese.

Otro caso entre padre e hijo, en el que sí que coinciden en el mismo equipo como jugadores permitiendo la convivencia de dos generaciones en el seno del mismo vestuario, se produjo en la Liga de Brasil durante la temporada 2003. En este caso otra leyenda del baloncesto mundial como Oscar Schmidt Becerra con 45 años, fue compañero de equipo, en el Flamengo de Río de Janeiro, de su hijo Felipe que entonces contaba con tan solo 16.

Para terminar, otro caso en el que padre e hijo coinciden en un mismo equipo. Esta vez se da en la Liga Nacional de Argentina donde Carlos Colla, de 41 años, se había retirado, pero Juan Cruz, su hijo de 17 años, le insistió para que coincidieran como compañeros en el Belgrano en la temporada 2007-2008, cosa que sucedió no en la liga pero sí en el Torneo local de San Nicolás.