All-Star NBA. Las Estrellas Suplentes (y 2 de 2)

No abandonamos la década de los 70 del siglo XX y nos trasladamos a la edición de 1974 celebrada en Seattle, en la que se coronó el pívot Bob Lanier de los Detroit Pistons. En esta ocasión Lanier contribuía de forma notable a que el Oeste venciera al Este por 134 a 123 con 24 puntos y 10 rebotes en 26 minutos y un extraordinario 11 de 15 en tiros de campo. En esta misma edición Lanier compartiría la zona durante muchos minutos con Kareem Abdul-Jabbar que jugaba su segundo All-Star tras debutar el año anterior. Cuatro años después la edición de 1978 se trasladaba a la ciudad de Atlanta y en esta ocasión sería Randy Smith quien lograra el premio con 27 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias. Fue un encuentro lleno de alternativas en el que el equipo del Este empezó ganando el primer cuarto (39 a 28), y acabó remontando en el último cuarto (41 a 25) para un resultado final de 133 a 125 para el Este.

La claves de esta victoria fueron el dominio de los rebotes (61 a 45) a favor del Este, gracias al trabajo del pívot Dave Cowens y la gran actuación de Randy Smith quien anotó dos tiros desde 9 y 12 metros respectivamente en el final de los dos primeros cuartos (en el año 1978 no existía todavía la línea de triples). En este edición Kareem Abdul-Jabbar no fue elegido para el que habría sido su noveno All-Star Game consecutivo, en una temporada en la que se perdió 20 partidos por una lesión en la mano al propinarle un puñetazo al novato de los Bucks Kent Benson (partiéndole la mandíbula) en el primer partido de la competición.

Siguiendo con este repaso a lo largo de una parte de la historia de los All-Star llegamos a la década de los 80 una de las más legendarias por excelencia. En la edición de 1981 el “Gran Circo del All-Star” llegaba a la ciudad de Richfield (Cleveland) en el estado de Ohio. En este ocasión el gran base de los Celtics Nate “Tiny” Archibald, fue crucial para que el Este se impusiera al Oeste por 123 a 120 y en 25 minutos de juego acumuló una baja anotación, tan sólo 9 puntos pero sus 9 asistencias acompañados de 5 rebotes y una excelente dirección auparon a su combinado a un nuevo triunfo.

Tras el MVP de “Tiny” Archibald tuvieron que pasar catorce años hasta que de nuevo un jugador de banquillo obtuviera el galardón. En la edición de 1995 celebrada en Phoenix , el Oeste tuvo una cómoda victoria (139 a 112), basada precisamente en sus jugadores suplentes y de ellos el escolta de Sacramento Kings Mitch Richmond fue el que se hiciera con el premio. La estadística de Richmond fue sencillamente inmaculada con 23 puntos en 22 minutos de juego y 10 de 13 en tiros de campo. En esta edición Gary Payton repartió 15 asistencias en 23 minutos, lo que le convirtió en el jugador que más asistencias ha repartido saliendo del banquillo en un All-Star. Otro dato histórico en esta edición fue que en ese partido Anthony Tucker y Trevor Ruffin se convirtieron en los primeros novatos no drafteados (no seleccionados en el Draft NBA) que participaron en ese partido. Años después otros novatos no drafteados en llegar a jugarlo fueron Andrés Nocioni y Sarunas Jasikevicius en 2006, Jorge Garbajosa en 2007 o Jeremy Lin en 2012, entre otros.

En 1997 el All-Star llegaba a Cleveland y el evento estuvo rodeado de una atmósfera de misticismo ya que se celebraba el 50 aniversario de la NBA y con ese motivo se homenajearon a los considerados hasta la fecha los mejores 50 jugadores de la historia de la NBA. Por allí desfilaron desde Julius Erving, Bill Russell, Kareem-Abdul Jabbar, pasando por Larry Bird, Magic Jonson, Michael Jordan y toda una pléyade de la historia pasada y reciente. En esta ocasión la victoria fue para el Este por 132 a 120 y el gran héroe fue el jugador local de los Cavaliers el excelso tirador Glen Rice que comenzó el partido en el banquillo y que en el tercer cuarto estuvo en racha estableciendo la mejor marca anotadora en un cuarto, con 20 puntos superando así el record que mantenía Hal Greer desde 1968. Glen rice acabó con 26 puntos en 25 minutos de juego La otra gran marca del partido la hizo Michael Jordan, quien logró el primer triple doble de la historia de los Partidos de las Estrellas con 14 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias en 26 minutos.

Tuvieron que volver a pasar unos cuantos años hasta que en 2004 (All-Star de Los Ángeles), de nuevo un jugador suplente ganara el premio de MVP. Fue un jugador local de nuevo el que lo hiciera y ese no fue otro que Shaquille O´Neal que con 24 puntos y 11 rebotes en 24 minutos, resultó decisivo para que el combinado del Oeste se impusiera por un ajustado (136 a 132). Por último en Phoeniz (Arizona) en 2009 Shaquille O´Neal volvía a repetir como MVP partiendo desde el banquillo (único jugador suplente de la historia en repetir) con 17 puntos y 5 rebotes en apenas 11 minutos de juego. En esta ocasión el galardón de MVP fue compartido y junto a SAC, que en ese momento era jugador de Phoenix Suns, el MVP fue también para su excompañero de equipo en los Lakers Kobe Bryant que sí había jugado como titular. Hasta ese momento era la tercera vez en toda la historia en la que un premio de MVP era compartido. Los antecedentes fueron John Stockton y Karl Malone en el All-Star de Salt Lake City de 1993 y el de Shaquille O´Neal de nuevo junto a Tim Duncan en el año 2000 en Oakland. Una edición inolvidable en la que Vince Carter deslumbró a propios y extraños con una amalgama de mates nunca vista, por su espectacularidad, hasta la fecha. Por último reseñar que en esta edición de 2009 el escolta Ray Allen aparecía por novena vez en este evento, convirtiéndose en el jugador que más partidos del All-Star ha jugado sin haber sido titular.